13 enero 2009

Mañana silenciosa o que alguien me lo explique

Mi colega de facultad Ángel Arrese me pasa las siguientes reflexiones al hilo de la publicación en The Wall Street Journal de una noticia destacada sobre el Banco Santander:

Hoy, como cada mañana, he empezado el día con un repaso a las principales noticias publicadas en
The Wall Street Journal. Para alguien que se dedica a la docencia del periodismo económico, es difícil imaginar una mejor forma de comenzar la jornada, aunque su lugar de residencia sea España. No sólo uno puede disfrutar de un magnífico periodismo, sino que además puede encontrar noticias muy interesantes sobre su propio país. Y eso es lo que sucedió hoy.

En la primera página del rotativo neoyorquino, se podía leer: “Giant Bank in Probe over Ties to Madoff”:

El gran banco al que se refería no era otro que el Banco Santander. La noticia aparecía en portada en todas las ediciones impresas del diario, y por supuesto en su edición en Internet. Era larga y detallada, y entre otras cosas afirmaba que la Fiscalía Anticorrupción en España estaba investigando en qué medida el Banco conocía los problemas de la gestión de fondos que llevaba a cabo Madoff.

Más en concreto, para llegar a alguna respuesta sobre esa cuestión, la investigación trataba de examinar: a) la posible relación entre el Santander y el fondo de inversión Fairfield, uno de los más afectados por la estafa; b) si la visita de uno de los hombres de confianza de Botín, Rodrigo Echenique, a Madoff en Nueva York, unas semanas antes del colapso, tenía que ver con el conocimiento de los problemas que después se desvelaron; c) el papel de Javier Piedrahita, uno de los socios de Fairfield, en la gestión de uno de los fondos del Santander afectados por la estafa de Madoff; d) el conocimiento o no por parte de los gestores de Optimal, una unidad de hedge-funds del Santander, de los problemas del esquema de inversión de Madoff; y e) si la resignación de un veterano directivo de Optimal, Manuel Echeverría, y otros profesionales de la firma, en junio del pasado año, tuvo o no que ver con el conocimiento de esos problemas.

Aderezando información tan concreta, el artículo hacía referencia al impacto que estas investigaciones podían tener en la confianza en el Santander, especialmente en Latinoamérica –donde se concentran dos tercios de los afectados- Igualmente, también comentaba otros asuntos como las recientes declaraciones de Emilio Botín en torno a la fortaleza de la entidad, a su capacidad para salir indemne de las turbulencias financieras internacionales, y de su política de no apostar por productos complejos y sofisticados, que no se pudieran entender claramente.

El artículo me pareció una bomba, sobre todo al ser publicado en la publicación financiera con más impacto internacional, y con una más que reconocida autoridad como fuente confiable y rigurosa. Obviamente, supuse, todos los medios españoles estarán comentando ampliamente el asunto, que por otra parte –tiene su gracia- se daba como exclusiva en el diario de Wall Street. Con mucho menos, cualquier nota menor publicada en ese diario, o en el Financial Times, o en The Economist, o en otros medios de ese tipo, habitualmente es comentada al segundo por las ediciones online de los principales medios españoles.

Ya eran las 9,30 de la mañana. Para mi sorpresa, ni El País, ni El Mundo, ni ABC, ni Expansión, ni Libertad Digital ni Periodista Digital, ni algunos otros medios menos conocidos que consulté, hacían referencia alguna a dicha información. A eso de las 10,00 descubrí que si se referían a ella, brevemente, El Confidencial (Cotizalia) y Cinco Días. Utilizaban como fuentes las agencias, y es que Reuters o Bloomberg ya reproducían la exclusiva de The Wall Street Journal a muy primera hora de la mañana.

Conforme avanzaba la jornada, en algunos de esos grandes medios se hacía una tímida referencia a la noticia (ninguna de ellas en pantallas de portada, sino en páginas interiores de negocios, salvo en el caso de Cinco Días desde primera hora, y Expansión desde media mañana). En todos los casos, esa timidez implicaba, además de la brevedad, una falta absoluta de detalles sobre todos los asuntos concretos que trataba el periódico estadounidense.

Ya eran las 12:00. En todas las secciones económicas, la noticia financiera del momento era el mal día de la Bolsa, con un Ibex que caía un 2,27% y perdía los 9.000 puntos. En general, al explicar el día bursátil, los análisis hacían referencia a que la caída se explicaba por las dudas planteadas por Standard & Poor's (S&P) al poner bajo vigilancia con la solvencia financiera española. Bastantes análisis, también –algunos resaltándolo en titulares-, explicaban parte de ese mal día por la fuerte caída, de un 4,39%, del Santander, al que se sugería que podía haber afectado negativamente una exclusiva publicada en The Wall Street Journal. Y poco más.

El País
no decía nada al respecto, y al final de la noticia bursátil concluía:
En España, Gamesa encabezaba los números rojos del Ibex, con una caída del 4,53%, seguida de Santander, con el 4,39%, y de Banesto, que cedía el 4,47%, a la espera de que mañana presente sus resultados de 2008.
El Mundo, por el contrario, sacaba pecho:
“Dentro del parqué español, destacaban las pérdidas de las entidades financieras. Banco Santander (-0.3 / -4.39%) experimentaba una importante corrección después de que 'The Wall Street Journal' publicase que la Fiscalía Anticorrupción investiga la relación de Madoff con el banco, información que adelantó El Mundo en Navidades”.
Obviamente, el comentario era impreciso: de lo que El Mundo informó en diciembre era de que anticorrupción abría diligencias de oficio para investigar a quienes vendieron en España fondos Madoff. En ella se hacía referencia al Santander, a Fairfield, pero también indirectamente al BBVA, Caja Madrid, Banca March. No había detalle alguno sobre personas o hechos concretos susceptibles de investigación en el caso del Santander, de lo que el artículo del wsj.com precisamente hablaba.

Son las 4:00 de la tarde, y ya no hay más noticias. Todo se ha parado, en el susurro con que comenzó : El Mundo, Expansión , Cinco Días, El Confidencial... Tampoco había nada a esa hora en la Sala de Prensa de www.santander.com. Eso sí, la información, con todos sus detalles, seguía en la portada del wsj.com, quizá esperando acontecimientos.

Y ahí lo dejé. Una de dos: o la noticia era intrascendente, y por tanto The Wall Street Journal se ha patinado llevándola a portada; o la noticia tiene tanta trascendencia, que cuesta incluso reproducirla. Que alguien me lo explique (y lo haga con algo más de hondura que en un mero comentario radiofónico, o mediante una transcripción de agencia). Mientras tanto, esperaré a ver las ediciones impresas de mañana de los principales medios escritos.

Eso sí, volveré a empezar el día, para bien o para mal, con The Wall Street Journal.

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