14 junio 2007

Transparencia de la prensa: consejos vendo y para mi no tengo

La prensa exige tranparencia al gobierno, a las empresas y a todo el mundo. Pero luego los propios redactores rechazan esa transparencia para ellos mismos y encima se atreven a decir que hacen buen periodismo. Además no sólo son reacios a explicar lo que saben y cómo lo saben, sino que las empresas para las que trabajan son poco amigas de admitir errores y de publicar sus propias guías o principios éticos e informativos que rigen su quehacer.

Éstas son las principales conclusiones de un estudio elaborado por el International Center for Media and the Public Agenda (ICMPA), que demuestra que la mayoría de los medios no informan al público sobre cómo toman sus decisiones editoriales e informativas, menos de la mitad reconocen públicamente sus errores y erratas en sus respectivos webs, y tan sólo un puñado de medios comparten con sus lectores los estándares éticos y periodísticos que, en principio, han de cumplir sus redactores.

Estas conclusiones se basan en un análisis de los webs de los 25 principales medios de comunicación de los EE.UU, Reino Unido y Oriente Medio, de los que se evaluaron cinco categorías:
1. Fe de erratas (si los medios publicaban abiertamente sus errores
2. Tranparencia sobre la propiedad del medio
3. Transparencia sobre cómo gestionan los conflictos de intereses
4. Transparencia sobre los principios editoriales e informativos
5. Apertura a las críticas de los lectores.

Éste es el ranking de los más y menos transparentes:

Como se puede comprobar, la muestra incluye tres medios económicos: Financial Times, Wall Street Journal y The Economist, con desigual evaluación. El diario británico es quien sale mejor parado, con 2,8 puntos sobre 4 (aquí el informe completo del diario). Entre los aspectos mejorables, la información sobre conflictos de intereses y sobre principios editoriales.

Le sigue el Journal, con 2 puntos - ver informe-, que no ofrece ninguna información sobre códigos de conducta o conflictos de intereses y tampoco ofrece ningún dato sobre principios informativos y editoriales.

Por último, el semanario británico The Economist apenas obtiene 1,2 puntos - consultar informe-. La única información que ofrece en su web hace referencia a la propiedad de la revista, pero no tienen una página específica con fe de erratas o correcciones, ni tampoco publican su código ético ni cómo resuelven los conflictos de intereses, y su transparencia sobre sus principios editoriales es más bien escasa, así como su interactividad con los lectores.

Todo el informe, aquí.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una de los caminos que deberían seguir los medios económicos es de Bolsacinco.com

Sus redactores tienen que decir en todas las noticias que escriben su poseen o no acciones de las compañías que citan.

Tardarán mucho el resto de medios en seguir el ejemplo? Seria deseable que no. O es que algunos no se atreven a hacerlo por miedo a lo que se pueda conocer?

Os paso el link donde explican el codigo deontológico.
http://www.bolsacinco.com/070305075957B5_bolsacinco_da_paso_transparencia_revelara_inversiones_periodistas.htm

Alfonso Vara Miguel dijo...

Gracias por la referencia al código de Bolsacinco, del que ya comenté algo en su día (http://periodismoeconomico.blogspot.com/2007/03/bolsacinco-estrena-cdigo-deontolgico.html).

Personalmente yo creo que la mayoría de los redactores de finanzas tienen un comportamiento intachable en ese sentido, y que la información privilegiada es un problema de otros implicados en los mercados más que de los periodistas. A fin de cuentas en la profesión todos nos conocemos y la credibilidad es el principal activo que tenemos los periodistas.

Por otro lado, reconociendo que la transparencia explícita es un elemento que contribuye a hacer un buen periodismo, hay una transparencia implícita, que no se especifica pero que uno puede descubrir día a día o semana a semana en las diferentes publicaciones. Tenemos el caso de The Economist, por ejemplo. ¿Alguien duda de la calidad de esta revista? ¿Algún lector se siente engañado por la línea ideológica que sigue?