Belloso, antiguo alumno de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, llegó a Expansión en 1986 y lo dirigió entre 1999 y 2002, hasta su nombramiento como vicepresidente del Consejo Editorial del diario y de la revista. Su nombramiento coincide con los preparativos para celebrar el próximo año el 50 aniversario del nacimiento de la revista. En su presentación como director, Miguel Ángel Belloso aseguró que aprovechará todo el talento acumulado durante este medio siglo, no sólo para consolidar la revista, sino también para relanzarla. “Queremos para ello profundizar más en el análisis y la opinión, y seguir fortaleciendo su completo sistema informativo”. Fiel a su estilo provocador, el propio Belloso anunciaba en su polémico y exitoso blog las directrices de la publicación:
Decía Milton Friedman que el capitalismo ha ganado muchas batallas pero no la guerra. Tenía razón. La amenaza de la intervención pública está siempre a la vuelta de la esquina. En España, sin ir más lejos, incluso está en riesgo la propiedad privada, que es el corazón del sistema, el reducto más íntimo y expresivo de la autonomía personal.50 años después, atravesamos un cierto momento crítico. Mientras el resto del mundo gira a una velocidad de vértigo, pugnando por atrapar el elixir de la prosperidad, el gobierno de la nación, comandado por Zapatero, vive confiado en la dehesa.Pero a nada que se sepa algo de campo, la dehesa es peligrosa, hay toros y vacas, etcétera. Demasiados cuernos. Me he propuesto, como director de Actualidad Económica, denunciar estos hechos de la manera más asequible, notoria y productiva, a la espera de su aliento.
Algunas semanas antes, era José María García Hoz el elegido para sustituir a Fernando Rayón al frente de La Gaceta de los Negocios. El nuevo director viene avalado por una dilatada trayectoria profesional cargada de puestos de responsabilidad en medios como Expansión, Actualidad Económica y Onda Cero Radio. Desde marzo, García Hoz era presidente del Grupo Negocios, cargo que será ocupado ahora por Eduardo Olier.
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