Conthe: peligros y remedios del periodismo económico actual

Para Manuel Conthe, el periodismo económico independientes es esencial para el buen funcionamiento de los mercados financieros. Así de contundente se mostró en el XXII Congreso Internacional de Comunicación: Periodismo Económico: viejos y nuevos desafíos, celebrado en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra. Según Conthe, la industria de los medios de comunicación es singular: asimétrica aunque goza de la presunción de la veracidad, lo que indica el prestigio histórico de la prensa.

Los dos peligros del periodismo económico actual son, según el actual miembro del Consejo Asesor de Expansión y Actualidad Económica y expresidente de la CNMV, la captura o pérdida de la independencia por el mundo político o empresarial, y las inexactitudes. Respecto al primer peligro, Conthe opina que es evidente que el sesgo informativo es conocido por los lectores y eso lo atenúa y lo neutraliza. Pero no por ello hay que olvidar que las principales amenazas a la independencia proceden de la vinculación del medio de comunicación con la empresa, del deseo de no enemistarse con los clientes (por ejemplo, los analistas), y del mantenimiento de una relación simbiótica con las fuentes, en la que las dos partes salen ganando. Esa pérdida de independencia se manifiesta no sólo en los sesgos informativos, sino también en el silencio sobre asuntos comprometidos - que vulneraría aquél viejo principio de que noticia es aquello que alguien quiere ocultar - y la ocasional participación de algunos medios en campañas de presión, cuando no intoxicación. Respecto a las inexactitudes, Conthe criticó el exceso de autocomplacencia y la carencia de crítica y heterocrítica por parte de los informadores.

Frente a estos peligros, Conthe abogaba por insistir en los principios deontológicos y en las buenas prácticas profesionales. En segundo lugar, alcanzar algún tipo de consolidación empresarial frente al actual minifundismo informativo, que evite las excesivas dependencias informativas y económicas, y por último, incrementar la demanda de prensa de calidad: si hay pocos lectores, es prácticamente imposible alcanzar la economía de escala. Sólo con una ciudadanía informada y exigente se conseguirá paliar los peligros descritos por Conthe.

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