23 febrero 2008

¿Yo la vi primero?

Vía Cuatro Tipos:

HJF.-Nuestro buen amigo Javier Gómez Rivera (sí, sí, el de Maquetando la Wikipedia), nos advierte hoy del berrinche que se han llevado en El Economista al ver que en una página interior de El Mundo de ayer Jueves 21 de febrero emplearon la misma foto que ya habían usado ellos en la portada el pasado miércoles 20. Tanto es su enfado que le dedican tres columnas en la edición del hoy viernes 22 al asunto señalando que es una clara demostración de “quién innova y quién se limita, directamente, a copiar” Un poco exagerado ¿no?

Sí. Y si no, lean la explicación en Cuatro Tipos de Mario Benito, responsable de esa página de El Mundo:
Bueno, pues da la casualidad de que fui yo quien hizo esa página junto al redactor jefe de Internacional. Y sí, evidentemente, habíamos visto la portada del día anterior de El Economista, lo que nos planteó dudas sobre si publicar o no la foto que las agencias sirvieron para que la publicasen todos aquellos que estén abonados, sin exclusividad alguna (es lo que tiene cuando uno decide publicar fotos de agencia, que uno ya SABE de antemano que otros también pueden publicarla el mismo día, o antes, o después). No la publicamos porque lo hubiera hecho antes otro periódico económico, para copiarlos (no sé qué ganaríamos con ello), todo lo contrario, eso suponía un contratiempo.

A pesar de eso decidimos dar la foto, y además darla a cuatro columnas en la apertura de la sección porque ponderamos que la foto era tan buena que merecía la pena, aunque lo tuviéramos que hacer un día después. Eso sí, lo hicimos sin recortarla, ni calando textos, la dimos en su formato original, dejando todo el negro, porque es una foto absolutamente horizontal, y en ese punto de vista sí creo que hemos sido de los pocos en acertar, al menos en nuestro país. No entiendo el enfado, siempre podrán decir que la publicaron antes que nosotros… a no ser que quieran llamar la atención con algo tan tonto. No sé.

Este es un ejemplo, no obstante, de que a veces hay que dejarse de complejos y hacer las cosas que quieres hacer, aunque ya las hayan hecho otros. Si aciertas o no, bueno, pues queda a juicio de los lectores y de vosotros después.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sinceramente, me gusta mucho El Economista. Creo que es original, innovador y está lleno de buenos profesionales. Sin embargo, casos como este son demasiado habituales. Cuando trabajé allí, nunca entendí ese espíritu corporativo tan acentuado. Hombre, a veces es comprensible el autobombo, y más si eres un medio relativamente pequeño y estas empezando, pero es necesario llegar a estos excesos? ¿Ayudan en algo al lector? El mundillo periodístico está lleno de endogamia, pero no lo paguemos con los lectores, por Dios.