18 mayo 2006

La lucha por la información


No pude estar en Madrid en el III Seminario FCOM Profesionales: “Planificar para ganar. Nuevas estrategias en la comunicación institucional y corporativa” organizado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y que reunió a un centenar de antiguos alumnos, pero Elena Gutiérrez, colega de la facultad (y también antigua del SIEC), ha tenido el detalle de pasarme algunas ideas y reflexiones que allí salieron respecto a la relación fuentes - periodistas:

Si bien el seminario estaba centrado en la comunicación institucional, llamaba la atención que medios de comunicación y periodistas fuesen el centro de atención en varias de las mesas y cuestiones abordadas. No sólo por la trascendencia informativa de las así llamadas fuentes, sino por la preocupación constante de los directivos de comunicación por captar la atención de los medios y lograr cobertura. Sin embargo, la última sesión tuvo como tema monográfico la “Relación fuentes-periodistas. ¿Amigos o enemigos?”. Dejando de lado el título de esta sesión, sin duda provocativo, la mesa reunió a responsables de comunicación como Antonio Cornadó (dircom de Nuclenor), Enrique Alcat (consultor de comunicación y dircom del Instituto de Censores y Jurados de Cuentas), Sara Cebrián (gerente de comunicación de la farmacéutica MSD) y la periodista Consuelo Calle (diario Expansión - y antigua del SIEC, añado yo).


En los años 70 Herbert Gans dio con una frase ­-“tug of war”- que quizá es la que mejor representa los múltiples tópicos sobre la relación fuentes-periodistas. La “lucha de la cuerda” lleva a pensar si es cierto que periodista y fuente se sitúan a ambos lados de la cuerda, tirando con fuerza por el poder de la información. Consuelo Calle puso nombre a las fuentes en España: directores de comunicación, y afirmó que aún distan algo de ejercer una labor totalmente profesionalizada. No sólo porque la relación profesional se mezcla con la personal y esto, en su opinión, conlleva riesgos como los favores mutuos debidos, sino porque los dircoms en las empresas son, en su opinión, directivos de primera línea que velan más por el interés comercial%.

La periodista de Expansión, editora del área de Opinión, puso el dedo en la llaga sobre muchos de los calificativos que están en boca de los profesionales: fuentes interesadas, falta de formación de los periodistas, fuentes que no quieren ser citadas, etc. Su radiografía, además, estuvo acompañada de un análisis comparado con su experiencia con las fuentes como corresponsal en Londres. Alabó la labor sistemática y transparente de las fuentes empresariales británicas en su relación con los periodistas, y también reconoció que en España la calidad profesional tanto de fuentes como periodistas está pendiente de una mejora. La clave, afirmó, reside en que cada profesional sepa dónde están los límites. No obstante, los ponentes, en general, destacaron que la labor de ambos profesionales es más rigurosa que hace una década.

Volviendo al ‘tiro de cuerda’, parece que desde ambos lados, se olvida que lo importante no es la cuerda (llámese información, poder, difusión/ocultación, interés…) sino el público que observa. Dircoms y periodistas en ocasiones hacen autocrítica y admiten que no se trata de tensar y tirar de la cuerda, como de trabajar sin perder de vista que los ciudadanos son los destinatarios de una información que sirve para decidir y vivir mejor.

[Gracias Elena]

Enlaces relacionados:
:: Resumen publicado en la web de la Facultad de Comunicación.

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