25 mayo 2006

Llegan los becarios

En estas semanas en las que todos los alumnos andan revolucionados buscando prácticas de verano, no es de extrañar la columna publicada hoy en Expansión por Manuel del Pozo - uno de los subdirectores del diario - titulada "Becarios". Destaco y subrayo algunos párrafos:
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Son como un soplo de aire fresco que llega a la empresa. Los becarios sustituyen su falta de experiencia con el entusiasmo y las ganas de vivir propias de la juventud. Sin embargo, en los últimos años estamos asistiendo a un cambio sustancial. Desde el punto de vista puramente académico llegan mejor preparados que antes. Tienen mejores calificaciones, muchos de ellos traen una doble titulación, e incluso algunos llegan ya con un máster debajo del brazo. Todo ello es fruto de la desmesurada titulitis que ofrecen las universidades como gancho para conseguir alumnos.

Lo que no les enseñan es lo que más valora cualquier compañía: inquietud, interés, curiosidad, iniciativa, imaginación, afán por aprender y muchas ganas de trabajar. Estas cualidades deberían ser asignaturas de obligado cumplimiento en un sistema educativo ideal en el que hubiera una adecuada simbiosis entre la escuela y la familia. Lo que está ocurriendo es todo lo contrario.
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Aviso para navegantes...

[Actualizado 25.05.2006. 18:23 h]: Perspectivas de la Comunicación, publicación editada por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra cada dos meses y dirigida a todos los antiguos alumnos, abre su último número - que me ha llegado hoy al buzón - con el mismo asunto: "Becarios de verano: una oportunidad para aprender a trabajar":

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Las empresas deben ser conscientes de que estas actividades de verano son muy importantes para los estudiantes, porque constituyen una etapa en la que realizan sus primeras tareas y toman sus primeras decisiones profesionales. Por lo tanto, son una prueba de madurez profesional. Por su parte, el becario se compromete a seguir un programa de formación, a cumplir las condiciones establecidas y a realizar las funciones asignadas bajo la tutela del medio que lo acoge. Del becario se espera que adquiera buenos hábitos y modos. Y para ello es necesario que los profesionales de las empresas atiendan con esmero los trabajos de los becarios.

Sin embargo, en ocasiones las prácticas de verano encubren situaciones de precariedad en algunas empresas: cuando el becario sustituye a un profesional sin el apoyo o la tutela de un responsable; cuando se dedica a tapar agujeros, cuando es explotado bajo circunstancias impropias o cuando no existe un proyecto de formación concreto.


A las puertas del período estival, no está de más recordar que las prácticas de verano son una oportunidad de futuro para los alumnos y para las empresas. Un alumno bien formado, con conocimientos sólidos y experiencia aplicada, será un buen profesional. Los medios podrán contratar en el futuro a los becarios que hayan pasado con éxito por sus redacciones.
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si, si muy bonito cómo se describe el trabajo de un becario, pero sinceramente, ser becario, trainne y demás apelativos no es más que una explotación, una forma legal de aprovecharse de las ganas y el entusiasmo por los jóvenes de trabajar y hacerse un hueco.
Desgraciadamente en un mundo como la publicidad en el que yo me desenvuelvo, ser becario se ha convertido en una auténtica estafa, por 180 euros trabajas día, tarde y si te descuidas noche (no es raro salir a las 8 o 9 de la noche) y realmente todos como auténticos subnormales, explotados y dando gracias por ser explotados. UNA VERGÜENZA, las agencias prefieren contratar por el sueldo de uno 5 becarios, matracas que realizan el trabajo más desagradable... pero así es la vida, así es España y así es la falta de regulación...
Este artículo es una auténtica vergüenza haga investigación en sectores como la publicidad y lo mismo comprende mejor que ser becario no es tan bonito.

Alfonso Vara Miguel dijo...

No tengo suficiente información sobre qué ocurre con las prácticas de verano en el campo de la Publicidad, si bien los casos que conozco no responden a la imagen que reflejas: les pagaron unas 70.000 ptas y les dieron responsabilidad dentro de la empresa. Pero repito, quizá sean tan sólo excepciones.

Por lo que se refiere a la prensa, y reconociendo que hay casos sangrantes, siempre apelo a la libertad y al amor propio de cada uno para aceptar o no una oferta de prácticas. Lógicamente, si uno es muy bueno, le van a llover ofertas de todo tipo, mientras que si uno es un manta, le irá de craneo y tendrá que aceptar (o no) lo que le den. Es ley de vida.

En lo que yo tengo de responsabilidad, intento que las empresas con las que firmamos acuerdos paguen dignamente a los becarios y les den trabajo acorde con su preparación, lo cual incluye, como es de sentido común, realizar en ocasiones tareas "rutinarias" pero necesarias para que el periódico salga a la calle. Lo que se trata es de ir demostrando día a dia que uno quiere ganarse el puesto, que es bueno en su trabajo y tiene capacidad de sacrificio e iniciativa. A veces tragando marrones y otras veces abriendo sección.

E insisto, todo esto reconociendo que hay medios que se aprovechan de los becarios. Yo nunca recomendaría, por ejemplo, una práctica no remunerada o que paguen poco, pero no puedo obligar a nadie a no aceptarla. Lo dicho: libertad personal.