07 noviembre 2006

Información privilegiada: muchas normas, pocas sanciones

Dentro de unas semanas se cumplirá el primer aniversario de la entrada en vigor del Real Decreto 1333/2005, que desarrollaba la Ley 24/1988 del Mercado de Valores en materia de abuso de mercado. La nueva norma completaba así la transposición al ordenamiento jurídico español de la nueva normativa comunitaria sobre las operaciones de información privilegiada y la manipulación del mercado. Una de las claves del decreto era que por primera vez se matizaba y concretaba la noción de información privilegiada, considerada como tal:

"toda información de carácter concreto que se refiera directa o indirectamente a uno o varios valores negociables o instrumentos financieros, o a uno o varios emisores de los citados valores o instrumentos financieros, que no se haya hecho pública y que, de hacerse o haberse hecho pública, podría influir o hubiera influido de manera apreciable sobre su cotización" (art. 1).

Ahora Manuel Conthe, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), anuncia a bombo y platillo la llegada del llamado Código Cesar (en pdf, vía Insider), un documento europeo elaborado por Comité de Responsables Europeos de Reglamentación de Valores (CESR), integrado por todos los organismos reguladores de la Unión Europea. Según El Economista, el nuevo código - aún en fase de consulta pública - busca establecer tres criterios: 1. Qué tipo de información se ha de considerar relevante (pueden encontrar un resumen sobre este punto en Insider) y cuándo la puede hacer pública; 2. Qué excepciones pueden permitir a una empresa no hacer pública información relevante; y 3. Cómo han de actuar los intermediarios financieros con aquellas órdenes que puedan considerarse relevante.

Lo cierto es que la propia CNMV ha declarado que durante el pasado año tan sólo se abrieron seis expedientes por información privilegiada y un año antes tan sólo se detectaron dos posibles casos. Todo hace pensar que a pesar del celo supervisor de Conthe, la información privilegiada campa a sus anchas en el parqué y que el problema radica en conseguir pruebas y no simples sospechas de que ha existido abuso de mercado. El pasado mes de septiembre ha sido pródigo en espectaculares subidas de cotizaciones horas antes de que se anunciara alguna operación relevante (Fadesa, Faes, Endesa, E.On ACS o Iberdrola son tan sólo algunas de las más recientes: ver aquí, aquí o aquí).

¿Y qué decir del papel jugado por los periodistas económicos? Por lo que yo he podido ir leyendo, tanto Expansión, como El Economista o La Gaceta han publicado varias noticias o comentarios al hilo de estos casos, criticando abiertamente el uso de información privilegiada y poniendo de manifesto las dificultades del organismo supervisor para sancionar como se merece esta práctica fraudulenta.

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